¿Qué sucede con los billetes premiados que no se venden en la Lotería de Navidad?

El 22 de diciembre marca un hito en el calendario de los habitantes de España. Durante ese día, se celebra uno de los acontecimientos más anticipados del año: el Sorteo Extraordinario de la Lotería de Navidad. Desde el pasado mes de julio, los jugadores han estado acumulando billetes en sus billeteras y mesas de noche con la esperanza de escuchar a los niños de San Ildefonso cantar sus números y, en el mejor de los casos, ganar el codiciado ‘El Gordo’. Sin embargo, no todos los billetes se venden, lo que nos lleva a cuestionarnos: ¿Qué sucede con los billetes premiados que no se venden en la Lotería de Navidad?

La Lotería de Navidad funciona como un medio para recaudar fondos para el Estado. Por lo tanto, el dinero de los billetes no vendidos se destina directamente a la Agencia Tributaria. Esto se aplica también a los premios que no se reclaman dentro del plazo establecido, que es de tres meses.

Además, el propio sistema de premios revela esta realidad, ya que una parte de los premios está sujeta a impuestos y va a parar a Hacienda, que se queda con el 20% de todos los premios que superen el límite exento de 40.000 euros.

¿Qué ocurre cuando uno de los billetes no vendidos resulta ser agraciado con ‘El Gordo’?

Si uno de los números que no se han vendido resulta ser la combinación ganadora del premio mayor, Hacienda se convierte en la gran beneficiaria del sorteo. Este escenario ya se presentó en 1931, el único año en que el primer premio correspondió a un número que el Estado no había logrado vender.

La situación del 22 de diciembre de 1931

La Casa de la Moneda y Timbre, donde se llevaba a cabo el Sorteo Extraordinario de la Lotería de Navidad, fue testigo de un momento único e irrepetible hasta ese momento, el 22 de diciembre de 1931.

Con la emoción y la tensión características de ese día especial, la gente aguardaba ansiosamente la aparición del Gordo, después de que la mayoría de las categorías inferiores ya hubieran sido cantadas por los niños de San Ildefonso.

«¿Por qué no sale ‘El Gordo‘?», se preguntaban los presentes. Finalmente, cerca de las once y media de la mañana, surgió el número 24.717, anunciado por Juan Chillida, quien exclamó: «Quince millones de pesetas». No obstante, el número no había sido vendido, y las dos series del mismo fueron a parar a manos de la Hacienda Pública.

Este evento no solo generó gran decepción entre la población, sino que también se acusó al Ministro de Hacienda, Jaime Carner Romeu, de manipular el sorteo, ya que tenía una inversión en su propia Lotería de Navidad por más de 25 millones de pesetas a través de billetes no vendidos.

Cabe destacar que en todos los sorteos, los billetes no vendidos son devueltos a la Dirección General de Loterías, pero hasta ese momento, nunca había ocurrido que uno de esos billetes no vendidos fuera el agraciado con el premio mayor extraído del bombo.

¿Qué sucede con los billetes premiados que no se venden en la Lotería de Navidad?

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