¿Qué sabemos de la Lotería de Navidad?
No solo existe Euromillones. , anualmente, un buen número de españoles (y algunos extranjeros) aguardan con ansias la llegada del 22 de diciembre, esperando que la fortuna sonría. Pero, ¿por qué se celebra precisamente en esta fecha? ¿Cuál es el origen de esta enriquecedora tradición? Echemos un vistazo a algunos datos curiosos sobre el Sorteo Extraordinario de Navidad de la Lotería Nacional, comúnmente conocido como Lotería de Navidad. En el año 2022, este sorteo, convertido en una tradición nacional, alcanza los 210 años de existencia.
Aunque con el tiempo, la Lotería de Navidad y sus premios han podido perder algo de su capacidad de «cambiar la vida», sigue siendo uno de los sorteos que distribuye más premios a lo largo del año, atrayendo a personas que no suelen participar en juegos de azar el resto del año.
Una trayectoria de más de dos siglos repartiendo fortuna
Durante plena Guerra de la Independencia, el Sorteo de Navidad hizo su debut el 18 de diciembre de 1812 en Cádiz, para ser precisos. Cada billete tenía un costo de 40 reales, y el premio gordo, dotado con 8000 reales, correspondió al número 03604. Desde entonces, este sorteo nunca ha sido cancelado, incluso en los tiempos de la Guerra Civil. La transmisión televisiva de este sorteo comenzó en el año 1957.
El 23 de diciembre de 1892, el sorteo fue denominado por primera vez «Sorteo de Navidad», reemplazando así el nombre del antiguo sorteo conocido como «Prósperos de premios». En la actualidad, el Sorteo Extraordinario de Navidad, que se celebra cada 22 de diciembre, es el más importante y popular entre todos los sorteos de lotería llevados a cabo en España.
Un repaso a los números
En los últimos años, el gasto promedio por persona en la Lotería de Navidad no supera los 70 euros, siendo 66,60 euros en 2021, y cada décimo tiene un valor de 20 euros. Las ventas de boletos para este día representan casi la mitad del volumen total de lotería vendida en todo el año. Del total recaudado, se destina un 70 por ciento a premios de los 3440 millones de euros emitidos en décimos. En 1959, había solo 8 series, mientras que en el año actual hay 180.
Cada décimo del premio gordo recibe 400,000 euros (4 millones de euros por serie). Por su parte, el segundo premio se otorga con 125,000 euros por décimo, el tercero con 50,000 euros por décimo, dos cuartos premios por valor de 20,000 euros por décimo, ocho quintos premios por valor de 6,000 euros por boleto, y 100 euros por el reintegro.
El sorteo
El sorteo de Navidad se lleva a cabo mediante un sistema sumamente tradicional, utilizando bombos para seleccionar los números premiados y otros para definir los premios. Las bolas que se introducen en los bombos están fabricadas de madera de boj y llevan grabados los números y letras mediante láser.
En cuanto a los números afortunados, en sus 205 años de historia, el Gordo de Navidad ha terminado en el número 5 en 32 ocasiones. En segundo lugar, con 26 veces cada uno, se encuentran los números 4 y 6. ¿Y los menos afortunados? El número 1 ha resultado ganador solo en ocho ocasiones. El Gordo que se otorgó más rápidamente fue el del año 2004, apenas trece minutos después del inicio del sorteo, mientras que el Gordo que más tardó en salir fue el del año 1990, anunciado ocho minutos antes de finalizar el sorteo.
En cuanto a la moneda, fue en el año 2002 cuando se comenzaron a entregar (y anunciar) premios en euros, lo que hizo que el sorteo durara diez minutos menos debido a la simplicidad de las cifras.
«Que la suerte te acompañe»
El famoso lema que acompaña todos los anuncios de la Lotería de Navidad es un guiño a la icónica frase «Que la fuerza te acompañe» de Star Wars.
Además, los sueños también pueden hacerse realidad: en 1949, un residente de Málaga soñó que el número ganador del Gordo de la Lotería de Navidad sería el 55 666, y ese año, efectivamente, fue el número premiado.
¿Y tú, qué harías con el premio?
Si llegaras a ganar, ¿cómo usarías el premio? Entre las respuestas más comunes de los españoles cuando ganan el premio gordo se encuentran la compra de un coche, el pago de la entrada de una vivienda o una parte de la hipoteca, y la clásica «tapar agujeros».
